Cuando se trata de la instalación y mantenimiento de extintores, por lo general suelen aparecer una gran cantidad de cuestiones que no siempre obtienen respuesta, o que al menos no es la más adecuada.
Muchas veces, la desinformación que existe al respecto puede suponer riesgos y atentados contra la seguridad de los inmuebles que, si bien cuentan con un equipo adecuado de dispositivos antiincendios, carecen de conocimientos acerca del estado de los mismos.
Pero para eso estamos en SELISA, como siempre, para resolver tus dudas acerca de cualquier dispositivo de seguridad con total confianza. Hoy te traemos un post que pretende arrojar algo más de luz sobre los delicados asuntos que hacen referencia a la instalación y el mantenimiento de los extintores.
La instalación correcta de un extintor
A la hora de afrontar la instalación de un extintor o de un equipo de extintores hemos de tener una premisa absolutamente clara: debes contar con una empresa que se dedique a ello de manera profesional, y asegurarte muy bien de que los dispositivos que vas a adquirir están completamente homologados.
De lo contrario, los problemas legales, que los habrá, serán el menor de tus problemas. Antes de esto deberás preocuparte por tu economía -pues probablemente hayas hecho una compra inútil-, y sobre todo de tu seguridad. Hacerte con un extintor que ofrezca la más mínima duda en su estado es como pegarte un tiro en el pie. Puedes acabar lamentándolo de por vida.
El lugar de instalación de un extintor
Otro de los aspectos fundamentales en la instalación de un extintor es su posición en el inmueble. Lo primero que se ha de valorar a este respecto es el tamaño del habitáculo en cuestión; obviamente no necesita el mismo equipamiento un edificio de oficinas de varias plantas que una vivienda, por ejemplo.
Dicho esto, para confiar plenamente en los efectos de un extintor -que, aunque no lo parezca, sería capaz de evitar un altísimo porcentaje de los incendios que se producen-, ¿en qué lugar debería ubicarse el mismo?
Basándonos en un razonamiento muy simple, como es que un extintor debe encontrarse lo más a mano posible para poder hacer uso de éste tan rápido como sea factible en caso de que sea necesario, la distancia máxima con respecto al punto más lejano del habitáculo no debería sobrepasar los 15 metros.
Está claro que hablamos de una cifra aproximada y que no es necesario ubicar dos extintores en un inmueble de 16 metros de largo, pero la idea es que se pueda acceder con la máxima premura al dispositivo. Para ello también barajamos otro dato: su altura, que debe estar aproximadamente en torno a 1,70 metros para ser accesible.
El mantenimiento de extintores
Como habrás podido deducir a estas alturas de nuestro artículo, el mantenimiento es un aspecto fundamental para cualquier tipo de extintor, ya que éste puede deteriorarse en cualquier momento independientemente del uso que se le dé. Evidentemente, si se utiliza habrá que recargarlo, así que vamos a referirnos únicamente a las revisiones que se han de llevar a cabo obligatoriamente cuando el equipo, por fortuna, no ha sido requerido.
Revisiones trimestrales
La recomendación para cualquier extintor es que debe ser revisado cada 3 meses, no de un modo profundo, pero sí mediante un procedimiento que nos permita asegurar su correcto funcionamiento en caso de urgencia. Lo normal es que pasado este plazo todo esté correcto salvo accidente, pero como todo puede pasar debemos estar completamente seguros de su buen estado.
Para eso, se deben comprobar, entre otras cosas, los niveles de carga del dispositivo en cuanto a peso y presión y que las inscripciones sean fácilmente apreciables y no estén deterioradas, así como el perfecto estado de todas y cada una de las piezas de su mecánica: manguera, precintos, válvulas, seguros, boquilla, etc. En resumen, que el extintor mantenga un óptimo estado de conservación.
Revisiones anuales
En este caso pasamos de la recomendación a la obligación. Por ley, los extintores deben ser revisados anualmente, en un proceso que medirá, esta vez profundamente, los mismos parámetros que comentábamos en el punto anterior, además de algunos otros.
La presión y la carga del equipo son fundamentales, así que en este caso no se escatimarán esfuerzos en su control absoluto, algo que se extenderá también al estado del agente extintor, es decir, el contenido del dispositivo.
Revisiones quinquenales
Estas revisiones también son obligatorias por ley y de ellas depende la homologación de un extintor. En este caso el proceso es más complejo y ha de llevarse a cabo en las instalaciones de la empresa de mantenimiento, ya que se debe realizar el retimbrado del envase, un procedimiento que requiere de maquinaria.
El retimbrado de extintores es, en resumen y sin entrar en demasiados detalles, una revisión del dispositivo a nivel interno en la que se comprueba que todo está bien y que no existen fugas ni hay riesgo de que se produzcan. Una vez finalizado el procedimiento se procede a sellar el extintor con la fecha indicada para demostrar que cumple con las normativas.
Final de la vida útil de un extintor
El proceso de retimbrado se efectúa en tres ocasiones para cada extintor, es decir, a los 5, a los 10 y a los 15 años de su fabricación y primera instalación -además del que se le hace en las instalaciones del fabricante antes de su venta-. ¿Qué ocurre 5 años después? No hay más timbrados. A los 20 años un dispositivo lleva al final de su vida útil y deberá ser retirado y sustituido por otro, algo que, por supuesto, también dictamina la ley.
Las recomendaciones de SELISA para la instalación y el mantenimiento de extintores
Como ya sabes, en SELISA somos expertos en la materia, pero en este caso nuestra recomendación va más allá de que contrates nuestros servicios, aunque ni que decir tiene que estaríamos encantados de ofrecértelos. Sin embargo, esta vez nos vamos a tomar la libertad de darte otro consejo: a ser posible escoge la misma empresa para la instalación y para el mantenimiento de tus extintores.
De este modo ahorrarás en dinero y en dolores de cabeza; cuando una misma compañía se encarga de todo el proceso lo más normal es que resulte más económico.
Al mismo tiempo, evitarás que se echen la culpa mutuamente por los posibles problemas que puedan aparecer, pasándose la pelota de unos a otros y no haciéndose cargo del asunto. Evítalo contando con SELISA en la instalación, mantenimiento y sustitución de tus extintores.
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