En el complejo mundo de los dispositivos antiincendios los extintores no son las únicas armas para luchar contra el fuego. De hecho, aunque son las más extendidas no son las más efectivas, aunque son más que suficiente para determinados inmuebles, por supuesto.

Pero, ¿qué ocurre cuando se necesita mayor seguridad, mejor accesibilidad o simplemente el riesgo es mayor? Bienvenidos al mundo de las instalaciones para la extinción de incendios de carácter fijo.

En SELISA somos auténticos especialistas en ambas materias y, como ya sabes, nos encanta mantenerte bien informado; así pues, después de haberte hablado en alguna que otra ocasión acerca de los extintores, ¿por qué no nos trasladamos al mundo de los dispositivos fijos? Toma nota, porque son igual de importantes.

¿En qué consisten los sistemas fijos de extinción de incendios?

Cuando hablamos de sistemas fijos de extinción nos referimos, como es obvio, a equipamientos de un tamaño considerable en comparación con los extintores. Se trata, entre otras instalaciones, de redes de tuberías, de pulverizadores, mangueras, bocas de incendio o tanques de almacenamiento.

En cualquier caso, como decimos, un sistema de extinción de carácter fijo va a utilizar una estructura mucho mayor que el extintor; pero veamos en qué casos suele ser más habitual, a la par que conveniente, el uso de estos equipos:

  • Cuando el riesgo de incendio es intrínseco: es decir, cuando se trata de un inmueble donde se almacenan materiales altamente inflamables, como es el caso de algunos gases, o se trabaja con ellos.
  • Lugares alejados del personal encargado de apagar fuegos: zonas donde no existe ningún tipo de cercanía con unidades de bomberos.
  • Zonas de difícil acceso: en sitios donde se hace complicada la entrada a la hora de luchar contra el fuego, para evitar que la actuación personal llegue demasiado tarde.
  • Incendios que acarrearían grandes pérdidas económicas: en zonas donde se prevé que en caso de incendio las consecuencias económicas serían devastadoras.
  • Nefastas consecuencias a nivel humano: zonas en las que se concentra un elevado número de personas -lugares públicos como colegios, hospitales, etc., o privados, como grandes comercios- y las pérdidas personales serían de altísimo nivel.
  • Lugares cuyas pérdidas serían insustituibles: se trata de asegurar con equipos de extinción fijos las zonas que albergan materiales insustituibles.

¿Qué tipos de dispositivos fijos de extinción existen?

Al igual que en el caso de los extintores, los dispositivos fijos se clasifican principalmente por su agente extintor. Así pues, y sin entrar en la explicación de cada uno de estos materiales -ya que la podrás encontrar en este otro post dedicado a los tipos de extintores-, te recordamos que las más habituales son el agua, el agua pulverizada, el polvo, los polvos especiales, la espuma, los gases y el CO2.

Mención aparte merecen las instalaciones fijas de extinción cuyo agente es el agua, protagonistas absolutas del mercado, y aunque dedicaremos otros artículos a concretar estos tipos de estructuras, no está de más que valoremos diversas modalidades sin entrar en ellas:

  • Monitores
  • Agua pulverizada.
  • Hidrantes
  • Columna seca.
  • Boca de incendios.
  • Rociadores
  • Manguera

¿Qué sistema de extinción fija te conviene?

El sistema de extinción fija que más te conviene siempre va a depender de tu situación y circunstancias, pero, sobre todo, de las necesidades y características del inmueble en el que deseas hacer la instalación.

En cualquier caso, lo más recomendable cuando alguien se plantea adquirir e instalar una estructura de extinción fija, siempre será contactar con una empresa instaladora y dejarse asesorar por la misma. Eso sí, procura que sean profesionales con experiencia y conocimientos en la materia y que se encarguen de todo el conjunto de tareas que se requieren.

Escoge tu sistema fijo de extinción con SELISA

Precisamente este tipo de servicio es el que te proponemos en SELISA. Contactas con nosotros, planificamos la instalación siempre en función de tus necesidades y posibilidades y te hacemos un presupuesto a tu medida. A partir de aquí, ya no has de preocuparte por nada más, nosotros nos encargamos de todo: instalamos, revisamos, mantenemos, reparamos y sustituimos; ¿qué más se puede pedir?